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La canción fue creada inicialmente por Cultura Profética (@culturaprofetica_oficial).
La colaboración entre los artistas fluyó con facilidad; solo bastó con que Greeicy ara a Willy Rodríguez, el vocalista de la banda, y le compartiera el sencillo para que Cultura Profética respondiera prontamente, manifestando su emoción e interés por el proyecto; cumpliendo así uno de los sueños de la artista.
“Soy fan de Cultura Profética desde hace muchos años; en mi casa hemos escuchado su música siempre. Para mí ha sido un sueño crear esta canción junto a ellos, que son grandes representantes del reggae”, menciona Greeicy.
El sencillo plantea una reflexión en torno a la importancia de la sinceridad al momento de iniciar una relación, para evitar posibles dolores en el camino. Es un mensaje claro que revela las posibles consecuencias negativas de una comunicación deshonesta y cargada de mentiras. Pero a la vez trae una noción que representa el pensamiento esperanzador de Greeicy: “en el fondo todo vale, todo suma y siempre se aprende”.
La canción va acompañada de un video dirigido por el venezolano Cacho Díaz, donde retrata la arquitectura del pueblo Aibonito en Puerto Rico, para crear una estética sobria y a la vez colorida que expresa la honestidad y la vitalidad con que los artistas se relacionan con sus seguidores. Es una pieza que nos permite descubrir la fluidez de la canción, así como la energía cálida de Greeicy y Cultura Profética.
Greeicy es una artista multidimensional que nos permite conectar con una variedad de ritmos y diversas posibilidades estéticas. Su curiosidad creativa nos seguirá sorprendiendo con canciones únicas que invitan a la reflexión y al goce, y su inigualable carisma no dejará de contagiarnos con esa energía optimista que la caracteriza.
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